Una empresa siempre está en constante crecimiento y en ocasiones no es fácil alcanzar sus metas. Es por eso por lo que existen programas que ayudan a las empresas a conseguir sus objetivos, como es el Venture Capital.

Objetivos financieros y estratégicos

Las compañías consolidadas a menudo se encuentran con dificultades para innovar por razones internas, como la rigidez de las estructuras o incluso a la cultura empresarial instaurada, que resulta difícil de modificar. Por un lado, la estructura por la que se rigen las startups son más flexibles y dinámicas, permitiendo el descubrimiento y la innovación de una manera más rápida y eficiente. Por lo tanto, la cooperación entre estas 2 figuras puede ser muy conveniente. Por otro lado, las empresas consolidadas se benefician de la creatividad y la flexibilidad que la startup le proporciona. Además, la startup, obtiene el apoyo y el capital de una empresa consolidada.

Para una startup esta colaboración es fundamental, la compañía consolidada facilita el acceso al mercado, los socios estratégicos, los canales de distribución y especialmente los contactos potenciales que pueden proporcionar patrocinio o incluso una función de adquisición asequible en el futuro. La cooperación entre estos 2 actores se puede realizar a través de programas de Venture Capital, lo que permite la creación de sinergismo, que serán mayores cuanto más complementarias sean ambas empresas. Estas coordinaciones conducen a ahorros de costos, reducción de riesgos y mejora de toda la insutria y la sociedad, beneficiándose de productos y servicios.

Factores que impulsan el Venture Capital en la actualidad

La necesidad de innovación nunca ha sido tan alta. Cada vez más empresas exitosas no logran escalar y, como resultado, se ven abrumadas por nuevos participantes.

El actual ciclo de innovación disruptiva está afectando a todas las industrias. Para una empresa consolidada, la gestión de la innovación ya no es una simple cuestión de desarrollar nuevos productos o adaptarse a las nuevas realidades de las tecnologías de la información. La innovación se ha convertido en un proceso estratégico continuo, que requiere del compromiso total de todos los recursos disponibles dentro de la empresa. El desarrollo de nuevos productos es, por tanto, solo uno de los componentes de un programa más amplio que incluye la colaboración y el aprendizaje con nuevas empresas fuera de la empresa.

Después de presenciar la revolución informática, vemos la convergencia de factores como el aumento de la densidad digital, la cantidad de datos conectados y las interacciones que se pueden crear. El nacimiento de una nueva lógica empresarial amenzada el status quo de las empresas consolidadas.

Especialmente en industrias intensivas en tecnología, la velocidad y complejidad del cambio tecnológico crea mucha incertidumbre para las organizaciones, lo que obliga a las empresas a innovar continuamente para mantenerse competitivas. Sin embargo, las empresas a menudo carecen de los conocimientos necesarios para innovar y sus capacidades están limitadas por fondos dedicados a I+D, y este problema puede verse eliminado gracias al Venture Capital.