El socio adecuado para un Joint Venture es aquel que tiene una serie de capacidades complementarias y que puede trabajar de forma efectiva con la compañía. Esta complementariedad tiene 2 aspectos fundamentales: aspecto técnico y aspecto organizativo.
En relación al aspecto técnico, lo primero que hay que valorar son los conocimientos o recursos que el socio ideal debería tener; por ello nos debemos preguntar lo siguiente:
- ¿Qué conocimientos o recutsos necesita el Joint Venture?
- ¿Qué recursos de los anteriores ya tengo?
- Los recursos que no tengo, ¿cuáles son los más importantes?
- ¿Qué recursos de estos anteriores puedo adquirir de otra manera que no sea a través de Joint Venture?
También es muy importante seleccionar a un socio con capacidad financiera suficiente para inyectar capital y mantener el Joint Venture. Para comprobar que esto es así, habrá que revisar los estados contables y verificar si es una compañía sólida desde el punto de vista financiero, se deberá comprobar también, la política de crecimiento, inversión de los resultados, etc.
Es importante la compatibilidad, debido a que afecta a cómo van a cooperar las partes. Si no existe ninguna cooperación, lo único que se conseguirá es incrementar los costes y por defecto los conflictos y compromisos. El grado de coorperación suele incrementarse en relación con el nivel de complejidad e inseguridad del Joint Venture, que a su vez suele incrementarse en relación con el aumento de sus funciones, aumento también de conflictos estratégicos y falta de similitud de los socios.
Otro punto importante a la hora de buscar un buen socio es tener en cuenta la diferencia de tamaño entre las compañías. Obligando así a realizar ajustes específicos para minizar tales diferencias.
No podemos dejar de la idea de que cada compañía es única. Su estructura y sus prácticas comerciales están normalmente adaptadas en función de la cultura del país al que pertenecen, la normativa vigente y la propia historia de la empresa.
Por ello es muy importante dedicarle tiempo a comprender las diferencias con el posible socio, y entonces tratar de desarrollar durante las negociaciones la manera de enfentarse a las mismas.
Debemos comprobar:
- Si las estructuras operativas y directivas son centralizadas o descentralizadas.
- La estructura organizativa.
- Estrategia de marketing y de distribución, política y filosofía de servicio al cliente.
- Fortaleza financier, diversificación de riesgo, política de dividendos, reinversión, ratios financieros, política de impuestos, etc.
- Clase de sociedad (centralizada, familiar, pública).
- Política laboral (indemnizaciones, estrategia a la hora de contratar).
- Relaciones laborales (existencia de representantes de los trabajadores o no, revisión de situación de los empleados, etc).
La búsqueda de un socio apropiado es esencial para el éxito del Joint Venture. Además de las negociaciones y redacción de documentos legales y operacionales, hay que emplear una importante cantidad de tiempo como hemos visto anteriormente, al igual que también hay que emplear una importante cantidad de dinero. Por ello, hay que identificar y analizar muy bien a los posibles candidatos con los que queremos formar un Joint Venture.