Herramientas clave para mejorar el funcionamiento de la empresa.

Son diversas las circunstancias que ameritan la implementación de nuevas herramientas y métodos estratégicos, con el fin de optimizar la productividad y asegurar el cumplimiento de las metas planeadas. 

El crecimiento y éxito empresarial viene determinado por la constacia en la que se cumplen los objetivos establecidos. Debido a los constantes cambios, surge la necesidad de sistemas estratégicos que nos permitan evaluar si la forma en la que se están llevando a cabo las operaciones empresariales se están ejecutando de la manera esperada.

El KPI, mejor conocido como Key Performance Indicator, o indicador clave de rendimiento, es una herramienta cuantificable que nos permite evaluar el rendimiento de una estrategia o un acto en concreto en relación con la consecución de nuestros objetivos. En pocas palabras, este sistema nos concede disponer de un método de seguimiento de las operaciones de nuestra compañía, para saber qué tan cerca o que tan lejos estamos de nuestras metas.

Los KPIs son altamente beneficiosos a la hora de crear y modificar los ajustes necesarios en un plan estratégico empresarial, aportando ahorro de tiempo, ayudándonos a saber hacia qué acciones dirigir nuestra energía y descartar las que no sirven.

Muchas veces se suelen confundir de los términos de métricas y KPIs, pero se distinguen entre sí al momento de interpretar los datos. La diferencia es que las métricas son números que miden todo tipo de procesos, mientras que en los números de los KPIs son relacionales, esto significa que están exclusivamente asociados a los objetivos que perseguimos. Los KPIs no pueden existir sin los objetivos.

Generalmente, todos los KPIs, independientemente de la actividad empresarial, suelen responder a los objetivos definidos por el famoso acrónimo, SMART: 

• Específicos (Specific): Los datos que nos aportan deben ser identificables, es más fácil alcanzar objetivos cuando hay claridad.
• Medibles (Measurable): Para realizar una evaluación correcta del rendimiento, se deben poseer datos que se puedan examinar para saber si se cumplió con el objetivo.
• Alcanzable (Achievable): Para medir el progreso, los indicadores tienen que responder a metas realistas.
• Relevantes (Relevant): Deben ser coherentes y estar alineados con el «¿Dónde queremos estar?» de la empresa.
• Temporales (Time-Bound): Es indispensable contar con un plazo para cumplir con los objetivos, para progresar es necesario ir fijando nuevas metas.

El éxito de nuestra empresa depende de nuestros objetivos, por lo tanto, es esencial implementar elementos útiles que que giren entorno al rendimiento de las acciones hacia ellos, como los KPIs. Estos nos aportan innumerables beneficios ya que nos permiten conocer y medir la situación de la empresa, evaluar nuestro progreso a través del tiempo, contar con transparencia operacional, obtener una perspectiva del futuro por medio de la identificación de patrones y no tener que esperar hasta el fin de un proyecto para saber si estamos en el camino correcto. Es importante incluir KPIs en todos los sectores de la empresa para que todas las acciones estén hechas con intencionalidad.

Aparte de los beneficios financieros, contar con indicadores de rendimiento contribuye al mejoramiento de la cultura empresarial. Se genera un factor motivacional y sentido de propósito y sentido de propósito en los trabajadores. Además, sirve como método de retroalimentación, ya que. se logra medir y se puede mejroar. Contar con un equipo especializado y con experiencia en cuadros de mando y KPIs es la mejor opción para tu empresa.